Un chino caminará por una cuerda floja durante 2 meses

Durante ese tiempo vivirá en una cabina sobre el Estadio Olímpico del Nido, en Pekín. Busca romper con su propio récord Guinness


El chino Adili Wuxor ha comenzado su estancia de 60 días en una cabina de cuatro metros cuadrados ubicada sobre el Estadio Olímpico del Nido en Pekín y cada jornada caminará 20 kilómetros durante cinco horas por una cuerda floja, todo ello con el objetivo de alcanzar su sexto récord Guinness.

El alambre de acero por el que Adili Wuxor, también conocido como el Príncipe de la Cuerda Floja, caminará cada día durante dos meses mide 120 metros de longitud, se extiende de un lado a otro del Nido y se encuentra a 60 metros del suelo, informó hoy el diario "Nuevo Pekín".

Adili pretende recorrer cada jornada 20 kilómetros en cinco horas sin ningún tipo de protección, ni un arnés que le sujete ante una posible caída ni una red que le impida llegar al suelo si se viene abajo de la cuerda.

Tan sólo va a llevar consigo una barra que le ayude a mantener el equilibrio.

Ayer, lunes, este chino, nacido en el seno de una familia uigur, tradicional de la provincia noroccidental de Xinjiang, inició esta prueba con la que pretende alcanzar su sexto récord Guinness.

En 2002, Adili completó uno de sus records en un suburbio de Pekín, cuando permaneció durante 25 días en un alambre y anduvo un total de 123 horas y 48 minutos.

El acróbata alcanzó con éxito su objetivo el primer día en el Nido, ya que comenzó a caminar por el alambre a las 10.40 de la mañana (2.40 GMT) y finalizó cinco horas más tarde ante los ojos de los espectadores que acudieron al estadio y que llenaron toda la zona oeste del recinto para ver su debut.

Adili aseguró al "Nuevo Pekín" tras finalizar esta jornada que tenía una pierna hinchada.

"Es el primer día y aún me tengo que acostumbrar", dijo con tranquilidad, porque considera que este malestar no es motivo de preocupación para alcanzar su récord.

Además, este chino llevará a cabo diferentes espectáculos sobre la cuerda, como bailes, caminar con los ojos tapados o hacia atrás, siempre con música uigur de fondo.

El hogar de Adili durante estos 60 días será una cabina de cuatro metros cuadrados ubicada en uno de los extremos de la cuerda cuya fuente de energía es el sol y cuenta con una cama, un televisor, un microondas, un baño, una mesa, una silla y dos pájaros.

La esposa de Adili ha alquilado una casa alrededor del Nido y es allí donde prepara comida uigur y ropa para éste, a quien se la dan mediante una cesta que suben hasta la cabina.

En el oeste de China, caminar por la cuerda floja es conocido como "Dawazi", un tradicional deporte uigur con unos 2.000 años de historia y que se practica en la familia de Adili desde hace 430.

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