Nueva terapia en ataúdes

La terapia consiste en descansar dentro de un ataúd por 15 minutos

Un fabricante ucraniano de ataúdes decidió darle la oportunidad a sus potenciales clientes de ponerse cómodos y acostarse en ataúdes… supuestamente con fines terapéuticos.
Stepan Piryanyk, un fabricante de cajas de muerto en Truskavets, anda ofreciendo sesiones de terapia de ataúdes, según Huffington Post.
El tratamiento consiste en que la persona se acueste dentro de un ataúd, y descanse ahí por 15 minutos.
La historia detrás del alocado invento es la siguiente, según explicó Piryanyk: “Una vez, nuestros papás, como regla, mantenían un ataúd en el ático.  Entonces, nuestra abuela, que no tenía ático, vino a donde nosotros porque ella vivía en un apartamento.  Nos pidió que le hiciéramos algo que ella pudiese poner en su apartamento, así que decidimos hacerle un sofá ataúd.  Te acuestas en él cuando anochece y poco a poco te acostumbras a la eternidad”.
…
¿Qué?  No pregunten, eso fue lo que dijo Piryanyk en el vídeo.
Los clientes pueden descansar con la caja abierta o cerrada, ellos deciden.  Y se marchan en un estado de paz mental y claridad… siempre y cuando no sean claustrofóbicos, claro.
“Después de un día de mucho trabajo pesado, puedes venir y relajarte.  Es genial.  Regresas a tu casa en un estado completamente diferente”, dijo Anna Petrukhina, de 51 años a Reuters.
No todos están convencidos de los beneficios de la terapia de ataúd que ofrece Piryanyk.  El psiquiatra Vasily Pavlov indicó a Reuters que una preocupación sobre la muerte puede llevar a algunas personas a sufrir depresiones severas.
“Si la psicoterapia presta atención a la muerte y sus atributos en las sesiones, entonces esto podría ocasionar distorsiones psicológicas, quizás no al principio, pero después de las sesiones.  Como mínimo, podría brindar un estado de depresión y como mucho, podría hasta provocar algunos actos suicidas”, sostuvo Pavlov, de acuerdo a información presentada en SkyNews.com.au.
Cada sesión cuesta $25, según reportó BBC.  Por otra parte, hay reportajes que dicen que el tratamiento es gratuito.  Sea como sea, al fin y al cabo, cuando llega la muerte, todos terminamos siendo clientes.

Fuente:Vocero