La venganza será terrible: los 101 usos de un vestido de novia


Un norteamericano cuya mujer lo abandonó después de doce años de matrimonio decidió hacer "terapia" a través de la prenda que ella había usado al pasar por el altar.
Algunas de las postales que el muchacho ofrece en la web.



El protagonista de la curiosa historia es un norteamericano llamado Kevin Cotter. Al hombre, después de doce años de matrimonio y dos hijos, lo abandonó la esposa. Vivían en Tucson, Arizona, hasta que un día ella dijo que se iba. Se llevó todo, o casi todo. Le dejó una caja con el vestido de casamiento y le dijo "Hacé con esto lo que quieras”.

El hombre se lo tomó literalmente. En el marco de su venganza, se propuso descubrir 101 nuevos usos para el vestido de novia. Hasta ahora lleva unos cuantos y bien divertidos, según él mismo lo narra en Internet. Incluso sube videos de sus aventuras con la prenda. Entre otras cosas ya lo usó como disfraz, como pancarta, como mantel, como filtro para el café, como colchón para hacer yoga, para limpiar el pizo y hasta, llamativamente, como hilo dental.

Además, sus lectores le envían sugerencias disparatadas, así que ya se convirtió el tema en toda una cruzada. Uno, por ejemplo, le sugirió usarlo para tapar el crudo que se virtió en el mar cerca de las costas norteamericanas.

El problema es que su mujer se arrepintió y le pidió que guardara el vestido en herencia para su hija. Pero bueno, ya es algo tarde, ¿no? Él dice además que no es venganza, que le sirve como terapia...

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